MiSueño

He vuelto. 

Pero puedo irme igual de rápido como la vez pasada. 

Sólo para informar que ahora tengo un libro de sueños, sólo míos. 

Al segundo que despierto cojo el libro y un lapicero.. y escribo el sueño; tengo la suerte de acordarme, detalle por detalle y seguir recordándolo por días, algunos no se van y sigo simplemente recordándolos. 

Supongo que esto ayudará a entenderme mejor; aunque, las veces que he leído el libro desde el principio   me he sentido rara, porque cada uno es diferente... y cada día que pasa se vuelven más intensos y ninguno tiene relación alguna. 

Tal vez algún día escriba algunos.

Tal vez no. 

Un nuevo comienzo.
Ignorar todo lo anteriormente escrito por favor.

Ya no es necesario

Me he dado cuenta que, después de leer casi 50 blogs, la mayoría escribe cosas que le suceden y en general se quejan de la vida que tienen, algunos lo dicen directamente (a veces demasiado) pero otros lo disimulan.
Me gusta la forma pero a la ves la detesto.
¿Porqué no cambiar?
Siento como si tuviera 20 años encima de los que tengo.
Me extraño y lo extraño.
¿Será que no es "así"?
Con solo una puesta más de mis ojos en él, todo esto se sería más simple.

Ojalá pronto deje de escribir estas cosas y me concentre en lo que realmente quiero.
Elaborar un buen blog, en el cual se note mi marca personal, con entradas que realmente valgan la pena leer y no estas webadas.
Mil ideas van y vienen. Necesito un impulso (él).
Ojalá, ojalá algún día lo vuelva a ver (seguro que lo veré)... mientras tanto, no pensaré más.


This is not the end, this is not the beginning.





¿Tan cursi? jajaja
Repito, ME EXTRAÑO!

Un martes, inexistente.

Un martes, donde te vi.

Un martes, inconscientemente pensando en ti.

Un martes, extrañándote.

Un martes, donde maldigo el romanticismo.

Un martes, sintiendo la brisa marina al salir.

Un martes, rogando para que no salga el sol.

Un martes, alucinando que estás cerca de mi.

Un martes, sintiéndote cerca de mí.

Un martes, fumando

Un martes, relajándome.

Un martes, queriendo ser la niña mala que habita en mi.

Un martes, bah...odio los martes.

Compromiso

Vivo la vida que es posible para mí.

En la oscuridad

Tengo la necesidad de pegar la letra de esta gran canción. La mujer que inspiró a Willy (el vocalista) debe ser una Diosa... de eso no hay duda (la verdad, la envidio). Una canción que representa tanta lujuria y pasión que ya se vuelve algo brutal.

En la oscuridad las sombras toman vida,
Y la falta de colores crea imágenes escondidas.
Noche desabriga, piel cautiva, y yo a tu costilla,
Hipnotizado al mando de tu olor.

En la oscuridad se hinchan los labios de la dicha,
Manos observan sin prisa, sonidos enfatizan
Y todo el viento nos traspasa y pasa,
Y la sensación no acaba, tarda.

En la oscuridad, abro surcos en mi pecho,
Para que entre tu gracia en mí tu techo, tú casa,
Rico ritual de intimidad.
En la oscuridad pongo todo en el ritmo,
Y del resto se encarga el instinto.

En la oscuridad, me pongo de cuclillas, 

Y te expongo al instante al temblor de una estampida.

Siento tu piel como se eriza,
Y así se destila en nosotros el futuro.

En la oscuridad, me tomo el tiempo necesario,
Tiempo que no es en vano, el tiempo en que nos exploramos.
Llegamos a la cima, y nos quedamos allá arriba,
Lejos de la ciudad.

En la oscuridad, abro surcos en mi pecho,
Para que entre tu gracia, en mí tu techo, tú casa,
Rico ritual de intimidad.
En la oscuridad, pongo todo en el ritmo,
Y del resto se encarga el instinto.

En la oscuridad…
En la oscuridad…
En la oscuridad…
En la oscuridad…

En la oscuridad, abro surcos en mi pecho,

Para que entre tu gracia, en mí tu techo, tú casa,
Rico ritual de intimidad.
En la oscuridad, pongo todo en el ritmo,
Y del resto se encarga el instinto.
 En la oscuridad, abro surcos en mi pecho,
Para que entre tu gracia, en mí tu techo, tú casa,
Rico ritual de intimidad.
En la oscuridad, pongo todo en el ritmo,
Y del resto se encarga el instinto.


En la oscuridad…
En la oscuridad…
En la oscuridad…En la oscuridad.

Marcha Fúnebre

Recibí una llamada, era la de él… como siempre se me hizo un pequeño e insoportable nudo en la garganta. ¿Contesto o...? Maldije la existencia  de mi celular y por su puesto, la de mi vida. Sin embargo contesté, hablé con él...en serio estaba hablando con el. 

Sentí pena, pena de todo...pero sobre todo sentí el deber de querer alejarme de él y de todo.

Irme para siempre.

Matarme.

Morir.

Sabía que en algún momento de mi vida debía hacerlo. Me sentía tan débil, tan deficiente tanto física como moralmente. Toda una muerta en vida. 

Quisiera poder ver esa luz... esa luz al otro lado del río.