domingo, 21 de noviembre de 2010

En la oscuridad

Tengo la necesidad de pegar la letra de esta gran canción. La mujer que inspiró a Willy (el vocalista) debe ser una Diosa... de eso no hay duda (la verdad, la envidio). Una canción que representa tanta lujuria y pasión que ya se vuelve algo brutal.

En la oscuridad las sombras toman vida,
Y la falta de colores crea imágenes escondidas.
Noche desabriga, piel cautiva, y yo a tu costilla,
Hipnotizado al mando de tu olor.
En la oscuridad se hinchan los labios de la dicha, Manos observan sin prisa, sonidos enfatizan
Y todo el viento nos traspasa y pasa, Y la sensación no acaba, tarda.
En la oscuridad, abro surcos en mi pecho,
Para que entre tu gracia en mí tu techo, tú casa, Rico ritual de intimidad. En la o
scuridad pongo todo en el ritmo,
Y del resto se encarga el instinto. En la oscuridad, me pongo de cuclillas, 
Y te expongo al instante al temblor de una estampida.
Siento tu piel como se eriza,
Y así se destila en nosotros el futuro.
En la oscuridad, me tomo el tiempo necesario,
Tiempo que no es en vano, el tiempo en que nos exploramos. Llegamos a la cima, y nos quedamos allá arriba, Lejos de la ciudad.
En la oscuridad, abro surcos en mi pecho,
Para que entre tu gracia, en mí tu techo, tú casa,
Rico ritual de intimidad.
En la oscuridad, pongo todo en el ritmo, Y del resto se encarga el instinto.
En la oscuridad… En la oscuridad… En la oscuridad… En la oscuridad… En la oscuridad, abro surcos en mi pecho,
Para que entre tu gracia, en mí tu techo, tú casa,
Rico ritual de intimidad.
En la oscuridad, pongo todo en el ritmo,
Y del resto se encarga el instinto.
En la oscuridad, abro surcos en mi pecho,
Para que entre tu gracia, en mí tu techo, tú casa,
Rico ritual de intimidad.
En la oscuridad, pongo todo en el ritmo,
Y del resto se encarga el instinto.
En la oscuridad… En la oscuridad… En la oscuridad…En la oscuridad.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Marcha Fúnebre

Recibí una llamada, era la de él… como siempre se me hizo un pequeño e insoportable nudo en la garganta. ¿Contesto o...? Maldije la existencia  de mi celular y por su puesto, la de mi vida. Sin embargo contesté, hablé con él...en serio estaba hablando con el. 
Sentí pena, pena de todo...pero sobre todo sentí el deber de querer alejarme de él y de todo.
Irme para siempre.
Matarme.
Morir.

Sabía que en algún momento de mi vida debía hacerlo. Me sentía tan débil, tan deficiente tanto física como moralmente. Toda una muerta en vida. 
Quisiera poder ver esa luz... esa luz al otro lado del río.